Renee Paquette se reunió con Jamie Hayter en un nuevo episodio de AEW Close Up para hablar de los sensaciones de la luchadora británica luego de hacer su regreso a All Elite Wrestling.
Luego de perder el Campeonato Mundial Femenino ante Toni Storm en el evento AEW Double or Nothing 2023, se informó que Jamie Hayter había sufrido una lesión y que necesitaba un tiempo fuera para recuperarse. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, las alarmas comenzaron a encenderse debido a la incertidumbre que se generó en torno a esta lesión porque no se estimaba un tiempo de recuperación.
Finalmente fueron 15 meses los que la ex Campeona Mundial estuvo fuera hasta que hizo su regreso triunfal en casa durante AEW All In London 2024 para atacar a Saraya. Más de un año de carrera perdió una de las competidoras que está proyectada para ser una de las mejores en toda la industria, algo que, sin duda, mermará sus aspiraciones en el futuro cercano. Como ejemplos, tenemos a mujeres como Thunder Rosa -también ex campeona- y Serena Deeb, quienes han superado lesiones graves en el pasado, y que a pesar de tomar impulso para meterse a la órbita titular, simplemente no han podido capturar el oro.
Afortunadamente Jamie Hayter pudo regresar a los cuadriláteros y tuvo su primer combate en AEW Dynamite (Agosto 28, 2024), desde aquella derrota en Las Vegas, enfrentando a Harley Cameron. La División Femenina de AEW cambió mientras estuvo ausente y ahora, la británica deberá volver a mostrar el nivel que la llevó a ser Campeona Mundial durante 190 días.
En AEW Close up (Septiembre 3, 2024), Jamie Hayter habló sobre lo complicado que fue para ella esta lesión, pero aseguro que, ahora que está de regreso, está más que al cien por ciento para seguir elevando su nombre en AEW:
«Me herniaron por completo los dos discos de la espalda. Ni siquiera me di cuenta de la lesión hasta que se puso muy grave. Hasta que no pude caminar. Ni siquiera podía mantenerme erguida. Mi cuerpo estaba en ángulo. No podía reír, estornudar, toser, sentarme, ponerme de pie en la ducha, tumbarme boca arriba. No podía hacer nada. Al principio pensé que era ciática, pero seguí yendo al gimnasio y luchando.
Hice un salto en paracaídas el día de mi cumpleaños porque me sentí muy bien ese día y pensé: «Tengo muchas ganas de hacerlo, así que lo voy a hacer». Después de eso, pensé: «Oh, Dios, tal vez no debería haberlo hecho». No me di cuenta de la importancia de la lesión hasta que no pude caminar y tuve que llamar a la puerta. Pensé: ‘No puedo hacer esto, tengo demasiado dolor las 24 horas del día, los 7 días de la semana’. Me despertaba en mitad de la noche. No le desearía eso ni a mi peor enemigo.»