El evento estelar de WrestleMania XL será recordado por siempre como uno de los mejores en la historia. La noche en la que Cody Rhodes, con ayuda de tipos como John Cena, The Undertaker y Seth Rollins, se impuso a Roman Reigns & The Bloodline para convertirse en Campeón Indiscutido de WWE. Una velada en Filadelfia en la que pudo finalmente decir: ‘terminé mi historia’.
La aparición de Undertaker en el Lincoln Financial Field para neutralizar a The Rock con un «Chokeslam» fue la más especial para el Universo WWE. Por todo lo que significa «El Fenómeno» en esta industria y en WrestleMania, Taker apareció para hacer justicia, aportando su parte para terminar con ‘La Era del Jefe Tribal’. Hablando en el podcast The Babyfaces, Cody Rhodes narró cómo vivió específicamente este momento mágico desde el ring:
«Cuando el apagón ocurre en la televisión, está completamente oscuro. Cuando el apagón está en la arena, tus ojos se ajustan a donde realmente puedes ver lo que está pasando en el ring. El ‘gong’ golpea, el recinto pierde la cabeza. Roman me había nivelado antes de esto. Estoy tendido, casi muerto. Aguantando, tratando de recuperar el aliento.
Vi, por el rabillo del ojo, a Undertaker corriendo hacia el ring a una velocidad como si fuera Ricochet o Chad Gable. Una velocidad que, si alguien se pregunta, oh Dios mío, era como un León. Real, como un león que había estado durmiendo en una roca todo el día. Cuando se toma por el cuello a The Rock, tengo que hacer contacto visual con él tan brevemente y creo que tal vez quería tener un momento, tal vez no, podría estar sobreestimando mi importancia para el Undertaker, pero me guiñó un ojo. Me guiñó un ojo, y luego se apagaron las luces.
Fue como si hubiera ocurrido magia de verdad. Justo cuando me daba un lindo guiño, se apagaron las luces. Para mí, es una de las cosas más especiales que jamás haya existido», concluyó Cody Rhodes.